Siempre te preguntan cuando llegas a la
consulta del médico la razón de tu visita, y tienes que contestar
delante de otros y a veces, es muy desagradable..
No hay nada peor
que una recepcionista que te pide que le digas qué te pasa en una sala de espera llena de
pacientes.
.
Una vez entré a una consulta y me acerqué a la recepcionista - muy poco simpática -
- Buenos días, señorita!
La Recepcionista me dijo:
Buenos días, señor, ¿por qué quiere ver al Doctor ?
- Tengo un problema con mi pene, contesté. Como algunos se rieron, la recepcionista se irritó y me dijo:
- Usted no debería decir cosas como esas delante de la gente.
- ¿Por qué no ?... usted me preguntó qué me pasaba y se lo dije.
La Recepcionista - sonrojada - me dijo:
-Podría haber sido más disimulado y decir por ejemplo que tenía irritado el oído y discutir el problema con el Doctor más tarde y en privado.
Y yo le contesté:
- Y Ud. no debería hacer preguntas delante de extraños, si la respuesta puede molestar.
Entonces, sonreí, salí y volví a entrar:
.
.
- Buenos días, señorita!
La recepcionista se sonrió socarronamente y preguntó:
Una vez entré a una consulta y me acerqué a la recepcionista - muy poco simpática -
- Buenos días, señorita!
La Recepcionista me dijo:
Buenos días, señor, ¿por qué quiere ver al Doctor ?
- Tengo un problema con mi pene, contesté. Como algunos se rieron, la recepcionista se irritó y me dijo:
- Usted no debería decir cosas como esas delante de la gente.
- ¿Por qué no ?... usted me preguntó qué me pasaba y se lo dije.
La Recepcionista - sonrojada - me dijo:
-Podría haber sido más disimulado y decir por ejemplo que tenía irritado el oído y discutir el problema con el Doctor más tarde y en privado.
Y yo le contesté:
- Y Ud. no debería hacer preguntas delante de extraños, si la respuesta puede molestar.
Entonces, sonreí, salí y volví a entrar:
.
.
- Buenos días, señorita!
La recepcionista se sonrió socarronamente y preguntó:
- ¿¿Sí??
- “Tengo problemas con mi oído".
La recepcionista asintió y se sonrió, viendo que había seguido su consejo y me volvió a preguntar:
- Y… ¿qué le sucede a su oído, señor?”
-"Me arde al mear”.
- “Tengo problemas con mi oído".
La recepcionista asintió y se sonrió, viendo que había seguido su consejo y me volvió a preguntar:
- Y… ¿qué le sucede a su oído, señor?”
-"Me arde al mear”.
.
.
.
===========================================================
VOLVER ARRIBA
VOLVER ARRIBA